El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)

¿Cómo es el VIH diagnosticados?

El virus de la inmunodeficiencia humana ( VIH) se diagnostica por las pruebas de sangre para detectar la presencia de anticuerpos contra el virus. La mayoría de las veces, esto se realiza mediante un simple análisis de sangre conocido como un ensayo inmunoenzimático (ELISA), prueba de selección.
Lamentablemente, las pruebas del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) no son exactas inmediatamente después de la infección, ya que por lo general de 6 a 12 semanas para que el organismo desarrolle anticuerpos. En raros casos puede tomar hasta 6 meses para una prueba de VIH a ser positivo.
Si esta prueba es positiva (es decir, si hay anticuerpos del VIH presentes en la sangre), la prueba se repetirá. Si la segunda prueba también es positiva para los anticuerpos del VIH, otro examen de sangre, llamado prueba de Western blot, se confirmará el resultado a través de la detección de las proteínas del VIH.
La prueba de Western blot es importante porque los anticuerpos del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) no puede causar un falso positivo en la prueba ELISA. La combinación de los dos tipos de pruebas ayuda a asegurar que los resultados sean exactos. Si las tres pruebas son positivas un diagnóstico de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) se dará.
Una vez que una persona es diagnosticada con el VIH, una nueva prueba de sangre (una prueba de carga viral, que mide la cantidad de virus en la sangre) ayudará a determinar la probable progresión de la enfermedad. Las pruebas de carga viral también se utilizan para gestionar los tratamientos farmacológicos que se administrará tras el diagnóstico.

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¿Cómo se diagnostica el SIDA?

SIDA se diagnostica cuando una persona es VIH positiva y, o bien tiene una de linfocitos CD4 (células T) de contar con menos de 200 o desarrolla una de las enfermedades que definen el SIDA.
Para más información, véase el VIH y el SIDA: Los síntomas y complicaciones

¿Cómo funciona el virus VIH afecta el sistema inmunológico?

Cuando un organismo exterior entra en el cuerpo, es atacado por los glóbulos blancos y anticuerpos en una respuesta coordinada de los linfocitos CD4 (que son un tipo de glóbulos blancos y son también conocidos como células-T). Cuando el cuerpo está infectado con el VIH, el virus del VIH atribuye a los linfocitos CD4 y entra en las células. Una vez dentro, el virus inserciones su propio material genético en los linfocitos CD4 y luego repeticiones.
Cuando las nuevas copias del virus salir de la célula huésped y entrar en el torrente sanguíneo, que la búsqueda de otras células para atacar. El ciclo se repite una y otra vez. En el proceso, más de 10 millones de nuevas partículas de VIH se producen todos los días. Para contrarrestar esta enorme producción de virus, el sistema inmune resulta hasta 2 millones de nuevas células CD4 diariamente.
Finalmente, el virus gana. El número de células CD4 y disminuye progresivamente el cuerpo desarrolla deficiencia inmune grave en la que ya no es capaz de luchar eficazmente frente a los virus y bacterias que causan enfermedades. El SIDA es la última y más grave etapa de la enfermedad del VIH, en el que los signos y síntomas de deficiencia inmune grave han desarrollado.

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Causas, incidencia y factores de riesgo

Síntomas

El VIH puede causar cualquier síntoma de enfermedad, ya que las infecciones pueden ocurrir en todo el cuerpo. Entre los síntomas especiales relacionados con la infección por VIH están:

• Diarrea
• Fatiga
• Fiebre
• Frecuentes infecciones vaginales por levaduras
• Dolor de cabeza
• Úlceras bucales, incluyendo infección por cándida
• Rigidez o dolor muscular
• Erupción cutánea de diversos tipos, incluyendo dermatitis seborreica
• Irritación de la garganta
• Inflamación de los ganglios linfáticos

Nota: en el momento del diagnóstico de la infección con VIH, muchas personas no han experimentado ningún síntoma.

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Que es el vih?

El SIDA es una enfermedad que se manifiesta después de la infección del organismo humano por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana, más conocido como VIH. Esta sigla proviene del inglés – Human Immunodeficiency Virus.

También del inglés deriva la sigla SIDA, Acquired Immune Deficiency Syndrome, que en portugués quiere decir Síndrome de la Inmunodeficiencia Adquirida.

Síndrome
Grupo de señales y síntomas que cuando son considerados en conjunto, caracterizan una enfermedad.

Inmunodeficiencia
Incapacidad del sistema de defensa del organismo humano de protegerse contra microorganismos invasores, tales como: virus, bacterias, protozoarios, etc.

Adquirida
No es congénita como en el caso de otras inmunodeficiencias. El SIDA no es causado espontáneamente, sino que es provocado por un factor externo (la infección por el VIH).

El VIH destruye los linfocitos – células responsables de la defensa de nuestro organismo -, tornando a las personas vulnerables a otras infecciones y enfermedades oportunistas, así denominadas porque surgen en los momentos en que el sistema inmunológico del individuo está debilitado.

Hace algunos años, recibir el diagnóstico de SIDA era casi una sentencia de muerte. Actualmente, sin embargo, el SIDA ya puede ser considerado una enfermedad crónica. Esto significa que una persona infectada por el VIH puede vivir con el virus, durante un largo período, sin presentar ningún síntoma o señal. Esto ha sido posible gracias a los avances tecnológicos y a las investigaciones, que propician el desarrollo de medicamentos cada vez más eficaces. Se debe, también, a la experiencia obtenida a lo largo de los años por profesionales de la salud. Todos estos factores posibilitan que los portadores del virus tengan una sobrevida cada vez mayor y de mejor calidad.
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Descubrimiento

Desde 1981 se detectaron casos sorprendentes de infección por Pneumocystis jiroveci (entonces designado Pneumocystis carinii), un hongo emparentado con las formas originales de los Ascomycetes, conocido por infectar a pacientes severamente inmunosuprimidos. Inicialmente se observó un grupo de casos semejantes en los que estaban implicados varones homosexuales y donde aparecían a la vez infección por citomegalovirus y candidiasis. Se pensó primero que la causa debía estar ligada a prácticas comunes entre la población homosexual masculina.

Pronto empezaron a aparecer casos que afectaban a varones o mujeres heterosexuales usuarios de drogas intravenosas, así como a sus hijos; también entre pacientes no homosexuales y con hábitos saludables que habían recibido transfusiones de sangre entera o de productos sanguíneos por su condición de hemofílicos. Pronto se pensó, por criterios básicamente epidemiológicos, que la causa debía ser un agente infeccioso que se transmitía de forma semejante a como lo hace el virus de la hepatitis B.

Distintos equipos empezaron a buscar un virus asociado a los casos conocidos de inmunodeficiencia adquirida, tal vez un retrovirus como el que se sabía producía la inmunodeficiencia del gato o como el HTLV, productor de un tipo de leucemia . En 1983, en el Instituto Pasteur de París, un equipo dedicado a la investigación de la relación entre retrovirus y cáncer dirigido por J.C. Chermann, F. Barré-Sinoussi y L. Montagnier, encontró un candidato al que denominó lymphadenopathy-associated virus (virus asociado a la linfoadenopatía, LAV).

En 1984 el equipo de R. Gallo, descubridor del HTLV, único retrovirus humano conocido hasta entonces, confirmó el descubrimiento, pero llamando al virus human T lymphotropic virus type III (virus linfotrópico T humano tipo III, con las siglas HTLV-III). Se produjo una subsecuente disputa sobre la prioridad en la que quedó claro que Gallo había descrito el virus sólo después de haber recibido muestras de los franceses. L. Montagnier y el equipo francés actuaron con moderación y dignidad, mientras que R. Gallo produjo uno de los espectáculos más lamentables de la ciencia moderna. Como parte de la resolución del conflicto, el virus adquirió su denominación definitiva, human immunodeficiency virus (HIV) que en castellano se expresa como virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).

En el mismo año, 1983, en que se identificó el virus, diversos equipos empezaron a trabajar en la secuencia de su genoma, publicada a principios de 1985, y comenzó también la caracterización de sus proteínas.

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